The Macallan y Lalique
The Golden Age of Travel Series
El fabricante francés de cristales Lalique se ha erigido como un sinónimo de pasión y belleza. Empuja a dilucidar sobre el espacio y sus motivos. Reta y nos arroja a sus quimeras, alquimia y arte de transformar el silicio en preciosas obras de arte.
Joyas, perfumes, jarrones, vajillas, objetos de arte, diseño industrial, arquitectura y todo lo que el omnipresente silicio puede componer en nuestras vidas. Es parte del espectáculo de las transformaciones, de un material abundante en el sistema solar que adquiere una personalidad terrestre gracias al fuego (ingenio) de los hechiceros y artistas modernos. El elemento físico de los planetas pequeños, rocosos y otros meteoros amorfos, así encuentra un sentido integrado a los sueños de figuras como René-Jules Lalique, nacido en 1860 en Aÿ en la región de Champagne en Francia, que logró materializarlos y sublimarlos en cada objeto que diseñó.
Lalique se inspiró en movimientos como el Art Nouveau y Art Deco y al dominar el arte de transformar a la tierra en una belleza incolora, alguna vez mencionó: “Trabajo implacablemente… con la voluntad de llegar a un nuevo resultado y crear algo nunca antes visto”. Con esta idea forjó una filosofía trascendente para la humanidad: perseguir la belleza antes que alardear el lujo.
Aún mejor, su legado se yuxtapone al de una marca clave del Grupo Edrington, The Macallan, que ha lanzado la última edición de su serie Golden Age of Travel, una colaboración con la casa del maestro francés de cristal Lalique, exclusiva para el comercio minorista de viajes globales.
Lalique es el cuerpo de un Macallan 1940 (35 años), expresión contenida en la jarra de cristal hecha a mano. Presenta ilustraciones del valioso desarrollo de la era de la Edad de Oro de los años 30, con la forma de la primera máquina de transporte aéreo civil.
El lanzamiento forma parte de una edición limitada de 48 decantadores numerados individualmente, que ha estado disponible en las The Macallan Boutiques minoristas para viajeros. Embotellado por primera vez a los 37 años en 1977, el líquido es ligeramente más oscuro que el embotellado anterior, considerablemente maltoso y más dulce.
Su acabado es seco, pero sin astringencia, y ofrece esencias de frutos secos y vainilla, con notas de caramelo y algunas pizcas de luz cítrica y dejos primaverales. Más allá de la delicia inicial, el roble ahumado también presenta elementos de un opulento chocolate negro y de naranja en el paladar, con un toque de jengibre dulce.
Es la manera como el espíritu de este delicioso whisky escocés exclusivo se revela en el quinto y último lanzamiento de la serie Golden Age of Travel. La estética y relación de la forma con el fondo es total, empaquetados todos en los envases Lalique que rinden homenaje a la ya lujosa era de los viajes en aeronaves en 1930.
Es la estrella que guía el espectáculo viajero, un norte que tiene 44.4% de contenido de alcohol y un color roble antiguo.
El envase Lalique, se presenta dentro de una caja de cuero premium creada por los maestros de cuero Piñavall en Ubrique, España. La caja evoca elementos de diseño de los clásicos baúles de viaje, con un costo que lo reconoce como una obra de arte, valuada en $60,000 dólares. Así se transporta en el tiempo y espacio para revivir, por ejemplo, los paneles de vidrio Lalique en el “vagón présidentiel” del tren Orient Express en la década de 1930.
Sin duda es el clímax de una colección con la cual exploramos los revestimientos espaciales de nuestras vidas, al océano, aire, tierra y fuego, para viajar en un modelo trasatlántico, un aeroplano, un tren de vapor, un automotor y un avión, catalizados todos con una dirección.
La casa Lalique menciona: “Nos honra haber trabajado con The Macallan en esta serie, creando un trabajo único de la mejor calidad y complejidad técnica. El último de la serie, este es un verdadero homenaje y una invitación a la Edad de Oro de los Viajes”.
Es un ejemplo del todo o de la vacuidad, también de las cúspides humanas, reveladas en el universo, en su magnitud y en el granito de arcilla y arena, en la belleza sin tamaños, sin límites, sin alardes.
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